Con el último suspiro, con el último aliento y en la última bocanada de aire. El Brete logró esta tarde una agónica y angustiante clasificación a los octavos de final de la llave de Ascenso 2 del torneo Federal C, luego de perder 1-0 en los 90 minutos con Atlético Oberá e imponerse 4-2 en la tanda de penales.
En la cancha de Brown, donde hizo las veces de local, el equipo verdinegro no pudo aprovechar el muy buen triunfo (2-1) que había conseguido en el choque de ida en la Capital del Monte, perdió el invicto en el campeonato (arrastraba cuatro empates y un empate) y debió definir en la lotería de los penales su clasificación al grupo de los mejores 16 de su llave.
Los primeros minutos fueron de neto estudio entre dos equipos con realidades similares. El Brete apostó a un mediocampo de juego por bajo con Héctor Martínez y Germán Gamarra a la cabeza, mientras que el Decano se dedicó a esperar el momento de arremetida, apoyado en las ideas de los experimentados Alan Jerke y Vargas.
Un remate de Benjamín Benítez que hizo estallar el travesaño y un cabezazo de Canita Martínez con destino interrumpido por el uno fueron de las más claras para el local en los primeros 30 minutos. Cuando todo parecía que el cero sellaba el primer tiempo, apareció la apertura del marcador.
La vieja fórmula de la pelota parada surgió efecto. Sobre los 33’ un centro preciso de Cristian González ubicó la cabeza de Vargas, quien sólo tuvo que acomodar el esférico con el arco a su merced. El 1 a 0 desató la locura del buen número de hinchas que se acercó a Villa Urquiza.
Atlético inyectó adrenalina a la serie utilizando la altura como arma de fuego. La fórmula del Verdinegro, en cambio, no surgía efecto en el teje y maneje de las acciones.
El cóctel provocó un desenlace más que interesante en el complemento.
Sobre los 15’ Jerke no se animó a definir y dos minutos más tarde tuvo revancha, pero su pelota rozó el palo de Cuevas. El Decano tomó la posta del juego ante una defensa que se desmoronaba con el correr de los minutos.
El Brete se dedicó a esperar y Atlético no se animó a liquidarlo con los estandartes de arriba. Todo era cuestión de tiempo.
Cerca del cierre nuevamente Canita Martínez tuvo la chance en sus pies, haciendo gigante la figura de Matías Kluge bajo los tres palos. Los penales eran una realidad, más por cansancio que por ganas.
Con el global igualado 2-2 la historia se resolvió desde los doce pasos y en este contexto fue el conjunto de la ribera el que ganó la pulseada. Es que Atlético falló dos disparos en los pies de Vargas y el ingresado Claudio Báez, mientras que Gamarra, Martínez, Benítez y Buera le dieron forma a la festejada victoria del equipo dirigido por Eduardo Leiva, que ahora se cruzará con el otro representante posadeño, Mitre, en busca de los cuartos de final.
